El 8 de Marzo Conmemoramos la grandeza de la mujer en el hogar, el trabajo y la sociedad.

Iniciamos dando gracias a Dios por todas las mujeres que nos rodean madres, hermanas, hijas, abuelas, parientes, profes y amigas, encomendándolas también a la Virgen María, para que ella sea su modelo de vida y bajo su amparo alcancen la felicidad.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo.

Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén